A pesar de la crisis está siendo una temporada muy activa con las salidas guiadas, si bien no es todo lo maravilloso que pudiese parecer, ser guía requiere ciertos sacrificios y en ocasiones bastantes esfuerzos, pero en jornadas como la compartida con Jacinto merecen la pena.
Ver la cara de satisfacción, el asombro al subir un barbo a por una Hopper Juan de tamaño generoso, y ver como el pescador descubre nuevas sensaciones y técnicas desconocidas, realmente llena de satisfacción.
Jacinto en realidad ya pescaba barbos con mosca, pero curiosamente solo conocía peces acostumbrados a picar a las ninfas y para él la pesca con grandes imitaciones de foam suponía una novedad y todo un reto, pues tan complicado es dominar una técnica como la otra.
Comenzamos pescando en el típico gran embalse, y el viento jugo a nuestro favor, pues si bien los primeros lances de mi compañero se complicaban por el aire, este hacia que los peces estuvieran muy activos y atentos a lo que pudiese caer al agua, eso si el radio de acción era muy reducido, siendo solo en torno a los diez centímetros alrededor del la boca de los peces.
Si la cosa comenzó bien con hormigas o avispas, ya se puso inmejorable cuando nos decidimos a pescar con grandes imitaciones tipo Hopper Juan, Jacinto no salía de su asombro.
Conforme la jornada fue avanzando, su lance se hacía más ajustado y poco a poco le cogió el tino, y de qué manera…si le dejo, vacía el embalse de peces!
Por la tarde cambiamos de lugar, pero también la actitud de los peces, apáticos hasta decir basta, se hacía complicado conseguir capturas, pero aun así salieron un par de barbos.
De las secas, pase a las emergentes y de ahí a las ninfas, pues se hacía realmente complicado conseguir capturas.
Como anécdota comentar algo que en todos los años como pescador no me había sucedido, conseguí clavar un ejemplar con la emergente Hivis Emerger Midge, pero debido a que no había tenido la precaución de cambiar el bajo, este me rompió.
Pasado el mal trago, tras cambiar a ninfa y desplazarme un buen trecho, veo una sombra de otro barbo que parece bastante activo comiendo en el fondo, le planto mi ninfa y sin durarlo la ataca, pelea, carreras, lo agarro…hasta aquí todo normal, pero cuando me dispongo a quitarle la mosca me quedo como paralizado, pues mi mano no sabía que mosca quitar, si la ninfa o la emergente que había perdido hace un rato!
Si compañeros, el mismo barbo había picado a la ninfa en un lugar alejado del primero, tras romper y llevarse la emergente, estos cabroncetes cada día me dejan mas sorprendido.
Ver para creer.
En fin una jornada en la que Jacinto pudo vivir de todo un poco, la abundancia y la escasez, aprender nuevas técnicas y sobretodo disfrutar de lo que creo fue un gran día.